- La Lista -

17:14

El miércoles pasado, pisando los últimos minutos de mi sesión con mi psicóloga, tomé la mala decisión de cuestionarme respecto a por qué todavía tengo sentimientos buenos por alguien que me lastimó de diversas formas en más de una oportunidad; por lo que muy sutilmente mi querido Pepe Grillo me dio a entender que yo ya no amaba a la persona con la que había compartido -tras dos años y tres meses de relación- sonrisas, llantos, proyectos, besos, caricias, abrazos y hasta sueños en la cama.
Se lo refuté a muerte y a moco tendido. Sin embargo, ella se mantuvo firme en su postura mientras a la par me alcanzaba esa caja de pañuelitos descartables que se viene convirtiendo desde hace casi cinco meses en mi mejor amiga.
Elite. Son pañuelos Elite. Una marca líder porque se instala en tu cabeza haciéndote creer que si vas a llorar, por lo menos que no te duela. Es mentira. Siempre duele.
Después de unos minutos de permitirme calmarme, esta mujer en quien yo vuelco mis sentimientos más profundos, me propuso un desafío: hacerle una lista de cosas que amo de mi ex, en relación a la pareja, a la gente que la rodea y a ella en sí misma.
Al principio me pareció un absurdo. ¿Quién quiere tomar nota de las cosas que ama de alguien que eligió irse de su vida? En definitiva, seguir remarcando las virtudes de la persona que ya no te quiere, es clavarte el puñal vos mismo y hundírtelo para que la herida ya no sea superficial. Lo cierto es que hace rato que esta herida dejó de ser superficial.
Como contrarespuesta sugerí hacer una lista de las cosas que me podrían llevar a dejar de quererla, para finalmente encausarme en la aventura de olvidarla para siempre, aferrándome a lo que ya no quiero ni es bueno para mi vida; pero mi psicóloga me negó con la cabeza y entendí que ese era el fin de la discusión.
Sin importar la claridad de la consigna, y dado que terquedad es mi segundo nombre, decidí hacer las dos listas y contentarnos a las dos. Eso es consensuar.

Cosas que amo de B:
-Su sonrisa.
-Cómo se le achinan los ojos cuando se ríe.
-Su olor.
-Su cuerpo.
-Su suavidad.
-Su risa.
-Su forma de hablar.
-Sus gestos.
-Sus besos.
-Sus abrazos.
-Su amor por los animales.
-Su constancia por sus ideales.
-Su sueño definido.
-Su ímpetu por lograr (aunque le cueste mil tropiezos).
-La paz que me transmitía estando simplemente al lado mío.
-Su manera de tratarme cuando me amaba
Cosas que odio de B:
-Su incapacidad para sociabilizar.
-Su falta de compañerismo en las salidas que yo proponía.
-Su inestabilidad emocional.
-Su impulsividad desmedida.
-Su crudeza.
-Su orgullo.
-Su falta de consenso.
-Su pérdida de interés.
-Su maltrato repentino para marcar distancia.
-Su ambigüedad (con tendencia al egoísmo).
-Su habilidad para buscarme en sus momentos de tristeza y desecharme en sus momentos felices.
-Que ya no me ame más.

Y acá estoy yo. Sentada en un trabajo que no me completa, haciendo una revisión constante para seguir agregando ítems en esta lista infinita del "acabose". ¿Con qué fin? ¿Con qué propósito?
No importa cuántas vueltas le des a la manzana, cuántos motivos agregues y cuánto raciocinio intentes aplicar. Lo único que a fin de cuentas no es infinito, es el amor.

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